María Kodama, la viuda de Jorge Luis Borges fallecida el pasado 26 de marzo no habría dejado un testamento con indicaciones acerca del legado literario del autor de “Ficciones” y su patrimonio pasaría a manos del Estado, anunció hoy el apoderado legal de la escritora y traductora, Fernando Soto, quien además anunció que solicitó a la justicia que se decrete abierto el juicio sucesorio para verificar la existencia de herederos.
El anuncio acerca de la no existencia del testamento fue realizado esta tarde por Soto, abogado de Kodama e integrante de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, creada en 1988 por la viuda del autor de “Ficciones” para apuntalar su labor individual como custodia de la obra del escritor argentino más universal de todos los tiempos. “No dejó testamento”, dijo el letrado en conferencia de prensa. Y más tarde aclaró: “Su escribana de confianza no tiene testamento. Nadie de círculo cercano entre quienes consultamos conoce el testamento. Si al momento de entrar a su casa se encuentra un testamento, se tomará ese, pero las posibilidades son bajísimas”.
Era su vida, no le importó lo patrimonial -dijo Soto-. No quería hablar de lo que fuera de la finitud, tanto es así que Borges no le dijo a ella que era heredera. Ella se enteró luego”, agregó.
Soto dio a conocer un documento en el que se especifican los pasos a seguir para determinar cómo se determinará el destino del patrimonio literario de Borges. “En legal tiempo y forma y conforme a lo dispuesto en los arts. 529 2da. parte, 532, 536, 2438, 2441, 2444 y concordantes del Código Civil y Comercial de la Nación y lo dispuesto en la Ley local nro. 52, vengo a iniciar la sucesión por Herencia Vacante de la sra. María Kodama”, dice el comunicado.
De no aparecer herederos, el legado literario del escritor quedará en manos del Estado, que se encargará de gestionar los derechos por traducciones, nuevas ediciones así como de materiales inéditos, una tarea que desde 1986 y hasta hace unos días había desempeñado su viuda y albacea, fallecida el pasado 26 de marzo a los 86 años.
“Ella dejó todo arreglado, ya se informará”, había dicho Soto momentos después de que se confirmara el fallecimiento de la viuda y albacea de Borges.
Curiosamente, el año pasado la propia Kodama había anticipado su decisión de entregar el legado de Borges a dos universidades extranjeras, llegando a anticipar que podría tratarse de la de Tokio, en Japón, donde se trabajó y se trabaja fuertemente sobre la obra del autor de “El Aleph”, y las estadounidenses de Texas o Harvard, país donde avanzaron en proyectos conjuntos.
“En Japón traté de averiguar con gente vinculada a cuestiones diplomáticas y expresaron que ellos están con muchos requisitos para aceptar una donación, un legado. No es como Estados Unidos que tiene menos requisitos. De hecho, la Japan Foundation le ofreció a María Kodama ser la representante y ella no aceptó por la responsabilidad que implicaba hacerse cargo de esa obra. Que yo sepa, no existe ningún documento en Japón”, explicó el abogado aunque “puede haberlo”.
Como heredera del legado de Borges, Kodama se ocupó hasta ahora de divulgar esa obra en el mundo y la defendió cada vez que lo consideró necesario, enfrentando a su modo el azote al que el machismo de la escena literaria condena históricamente a las viudas devenidas albaceas.