El presidente estaba en su quinta Los Abrojos, cuando empezó a recibir en su celular imágenes de la marcha que se estaba gestando en la Plaza de Mayo, a la que rápidamente le quitaron las vallas que tiene, justamente para separar a la Casa Rosada de la Plaza.
Según fuentes del gobierno, la manifestación fue convocada por mensajes del actor Luis Brandoni, como del director de cine Juan José Campanella, que inmediatamente se viralizaron.
Cuando los canales de tv empezaron a transmitir en directo desde la Plaza de Mayo, fue cuando el presidente, decidió ir a la Casa Rosada, no sin antes consultarlo con el Jefe de Gabinete Marcos Peña. “Es impresionante la cantidad de gente que hay” dijeron. Después consultaron con diferentes funcionarios si era buena idea que Macri asistiera. Y, si bien, no todos opinaron que fuese positivo que el presidente fuera a la Rosada, este insistió. En lo que sí estuvieron de acuerdo todos es en que no pronunciara ningún discurso. “Está en una etapa muy sensible” dijo un funcionario. Y sobre todo, teniendo en cuenta el discurso que dio el Primer Mandatario, el lunes 12 de agosto, luego de la mala elección de las PASO (Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias). Discurso que aun lamentan.
“Quiero Ir”, le habría dicho Macri a la primera dama. Y hacia allá fueron.
El Secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, montó un operativo de urgencia. Lo primero que pidió fue que sacaran las vallas que separan la Casa Rosada de la Plaza de Mayo, así, de esta manera, los manifestantes pudieran estar más cerca del balcón.
Como se presentía en los últimos meses, de escucharse bombos y cánticos, de verse banderas, pancartas y carteles, de estar en una marcha, una manifestación, por lo general sería de protesta en contra del gobierno de Mauricio Macri, al que gran parte de la población responsabiliza por la crisis económica que atraviesa el país, y se lo hizo saber en las urnas, en las primarias del 11 de agosto, en las que el opositor Alberto Fernández le sacó 15 puntos de ventaja.
Otra gran parte de la población, que defiende la gestión de Macri y quiere verlo reelecto el 27 de octubre próximo (o no quiere que gane Fernández, que tiene de compañera de fórmula a la expresidenta Cristina Fernández), también tiene a su disposición el repertorio de la manifestación callejera que en este país es cuestión cotidiana y transversal.
Tras gritar consignas contra el gobierno anterior, Noemí, empleada estatal de 58 años aseguró que aunque ahora hay crisis económica, para ella “lo importante es lo ético, lo moral”, que cree que Macri representa y agregó “Yo lo voy a votar con toda la fuerza y mi espíritu para que gane”.
Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada llegaron en auto cuando ya estaba oscureciendo. “Esto es muy fuerte” se lo escuchó decir al presidente mientras se asomaba por el balcón. Y agregó mirando hacia la cámara, de espaldas a los manifestantes “Gracias por darme esta oportunidad de agradecerles tanto apoyo, y decirles que los escuché, que sé lo que están pasando. Los quiero abrazar, abrazar con todo mi corazón, y decirles que decidimos cambiar porque podemos ser mejores, y no podemos abandonar. Tenemos que seguir juntos y ahora más que nunca. Porque tres años es poco para cambiar la historia. Y la estamos cambiando, diciéndonos la verdad, sin robarnos, sin engañarnos, sin buscar atajos, trabajando juntos, juntos, dialogando. Y así vamos a construir la Argentina que queremos” Luego se dio vuelta, y de cara a la Plaza siguió: “Así, así, vamos, vamos que se puede”, mientras Awada hacía flamear una bandera argentina.
Luego de esto, Macri entró a buscar un micrófono para dirigirse a las miles de personas que allí estaban, portando carteles de apoyo al Macrismo, y en contra del Kirchnerismo, pero como no había ninguno disponible, volvió a salir al balcón.