Las fábricas trabajan día y noche, para poder cubrir la demanda que aumenta día a día, en 40 días la marca vendió la producción de un año.
Con el problema que estamos pasando respecto a la Pandemia, la gente por miedo, por problemas económicas y por algunas prohibiciones a lugares, no se va de vacaciones, entonces comenzó la compra masiva de piletas “Pelopincho”, por lo que las fábricas no llegan a poder cubrir las demandas.
En las terrazas, o en el fondo de las casas, no hay protocolos, ni barbijos, ni alcohol, pero si habrá piletas de lona que fueron furor en los años 80 y 90 y marcaron la infancia de muchos.
L a marca Pelopincho fue creada por los hermanos Benvenutti en los años 70, que ahora viene con Kit de reparación, bomba, Lavapiés, cobertor y base. El dueño actual Héctor Goette, comenta que en 40 días se fabricó lo que se fabrica en un año en general, nadie predijo la pandemia. Además, se triplico la venta de bicicletas este año y tuvo un record de ventas. Las piletas se fabrican en San Luis, se arman colas para comprarla en los locales donde las venden, pero a su vez hace unas semanas el 40% de los trabajadores no podía concurrir por los contagios, como los proveedores de resina y demás, y aun así, la fábrica no paraba.
El dueño comento que después de estar cerrada la fábrica por 8 meses, va a poder cumplir con todas las familias que necesites las piletas, y comento que se venden hasta en la Patagonia, y dice que en un día contesto hasta 300y 500 mensajes.
En cualquier diciembre, venían solo los mayores de 60 años para comprar a sus nietos y nietas, este diciembre aparecieron de diferentes edades, desde 30 a 50 años. Para usarlas ellos mismo. En un momento además se nos complicó porque no conseguíamos las telas de vinílico, ya que se compran afuera, en la argentina no las venden, pero por suerte se consiguieron y se pudieran armar dichas piletas.
“La pileta hoy está catalogada como un artículo para el hogar. Vos decís: ¿Qué tiene que ver una pileta con un electrodoméstico? Es un producto que se demanda de la misma manera cada diciembre, según el clima. Es asado, cerveza y pileta de lona“, cierra.
Las piletas se fabrican en San Luis y no ve las filas que se arman frente a los locales que las comercializan. Pero, pese a que por las restricciones hasta hace una semana el 40% de los trabajadores y las trabajadoras de la fábrica no podían ir a la planta (viven en Córdoba y por la cuarentena estaba cerrada la frontera interprovincial), y a que los proveedores de materiales (como la resina, clave) estuvieron igual de “frenados” durante ocho meses, Goette está tranquilo: va a poder cumplir con estas ganas de pileta en todo el país. (Sí, se venden hasta en la Patagonia). “Tenemos vendido el stock hasta el 28 de diciembre. La situación económica de los últimos dos años hizo que cayeran mucho las ventas, así que solo por ese remanente (las piletas que ya estaban en los negocios y no habían sido compradas), la gente va a poder tener la suya. Trabajamos al 100% de la capacidad posible. No van a faltar”.
La pileta más vendidas rondan los $ 28.000, las medidas son de 4,45 mts por 2,25 mts y 0,80 cm de profundidad, y se puede pagar en 18 cuotas, algo muy accesible. Muy diferente a lo que pasaba en los 90, cuando eran casi un “objeto de lujo popular”, sin financiación y cabe destacar que Pelopincho” tiene ese no se que sobre la argentinidad de estos chapuzones. “Aunque las nuevas generaciones las conozcan ahora, porque no se irán de vacaciones, estas piletas no son un ‘sustituto’. No reemplazan nada. Las vendemos mucho en Mar del Plata, incluso. Es hacer asado y meterte en la pelopincho: algo bien de acá.”, concluye
Hoy es así, asado, pileta de lona y a disfrutar, la pileta está catalogada hoy como un artículo del hogar en los supermercados. Viene de distintos tamaños y hasta viene algunas tan grandes que cuesta mucho trasladarlas a un domicilio, pero sea cual sea el tamaño, todas las familias disfrutan hoy las “Pelopinchos”.
