Hace un tiempo, los que pasan por la Avenida Juan B. Justo, pueden ver las tres torres del Castillo de Villa Crespo.
El Castillo, que tiene tres torres, se encuentra en la calle Darwin 1251, en el barrio porteño de Villa Crespo. Se cree que fue sido construido en la década del 70, tiene una superficie cubierta de 1341 metros cuadrados y posee cuatro plantas.
Según se sabe, en algún momento allí funcionó una envasadora de perfumes. En la década del 80 también allí funcionó una discoteca, más tarde, en 1997, fue sede de un partido político.
Ahora esa construcción pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Antes no podía verse dado que el (ahora demolido) puente de Juan B. Justo, que se elevaba por encima de las vías del Ferrocarril San Martin.
Ahora, ya sin dicho puente, puede apreciarse esa maravilla arquitectónica, desconocido e invisible para muchos.
En la actualidad esta particular construcción se encuentra abandonada, tiene un estilo neorrománico y remite a las usinas de electricidad de principios del siglo XX.
Posee en el frente un enorme portón con vidrios rotos y grafitis que dan cuenta de su abandono.
“Se pueden apreciar los ladrillos rojos combinados con las aberturas en arco de medio punto remarcadas en color claro, al que se recurre también para las almenas en el remate y las torretas, típicas del románico y del neorrománico, un lenguaje arquitectónico de entre fines del siglo XIX y principios del XX”, explicó a La Nación la arquitecta, Marta García Falcó, investigadora en patrimonio cultural.
En tanto, según informó la Secretaría de Desarrollo Urbano porteña, la obra no está protegida.
Por su parte, el arquitecto Jorge Caramés, asesor de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, destaca que el Castillo “Es un hibrido, sin estilo ni valor arquitectónico. No se lo puede catalogar, ni siquiera como ecléctico”.
Y agregó que “El recurso de utilizar lenguajes historicistas y no puros quizá responda a representar una marca de fábrica, o simplemente a dejar un sello en la zona”.
Cabe señalar, que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al ser consultado por el diario La Nación, indicó que la construcción ahora pertenece al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).
“El lugar no está habitado y se realizarán obras necesarias para que queden habilitadas nueve viviendas en su interior”, dijeron fuentes del IVC, sin brindar detalles sobre el inicio de las obras, aunque dejaron en claro que “no será demolido”.