Antigua costumbre que evoca la niñez. Cuando se ven chicos jugando y paseando solos en las calles, significa que esa ciudad está sana; cuando pasa lo contrario, se encuentra enferma afirmaba Francisco Tonucci. Barrios porteños que a pesar de la inseguridad intentan volver a los orígenes. Los detalles de un proyecto para ser parte.
Los niños jugando en las calles son un reflejo de la niñez de la que muchos vecinos añoran.
Algunas Ciudades del mundo adaptan sus veredas para lograr que los niños vuelvan a recrear la magia del juego en sus calles.
Esas Calles amplias y veredas seguras para que ellos corran caminen y disfruten de su amplitud y seguridad.
El proyecto de una nueva Ciudad incluye este factor como indispensable para una ciudad colorida. Mediante el mismo los barrios de las grandes Ciudades tendrán la posibilidad de crear espacios más amplios y seguros en la calle para el uso y provecho de los niños.
Cada barrio debe tener su calle habilitada para que sus niños puedan moverse con libertad.
Tonucci plantea que para lograrlo es necesaria la creación de Consejos de Niños, donde sean ellos mismos los que propongan las mejoras a partir de sus experiencias y de sus miradas. Para eso, se creó una Red Internacional en la que distintas ciudades del mundo se comprometen a aplicar estas iniciativas públicas que, a veces, se reproducen de forma espontánea por los mismos ciudadanos.
En si las ciudades hace tiempo que ya no son espacios pensados para los más pequeños. Las calles son un lugar peligroso para ellos, cada vez se ven menos niños que van caminando solos al colegio y es extraño verlos jugando solos en los parques, en las plazas, en las aceras…
Las pequeñas urbes y los pueblos son sitios más propicios para que los niños estén en la calle sin riesgos, pero aún así poco se piensa en los más pequeños. Lamentablemente los coches y el tránsito acaban acaparando las planificación de los espacios urbanos y los niños han pasado a ser los grandes olvidados y es algo que es necesario recuperar como se está haciendo en algunas ciudades. Como comenta Francesco Tonucci, pensador, psicopedagogo y dibujante italiano, “las ciudades se han vuelto hostiles a todos aquellos que son débiles”.
Madrid por ejemplo, poseen municipios que ya aplican este proyecto. Alcobendas, un municipio madrileño, funcionan dos parques temáticos ubicados en el medio de la ciudad: uno en el Parque Galicia, llamado El Hormiguero -con área de juegos y un circuito compuesto por montículos, depresiones y caminos-, y otro en el Parque Arroyo de la Vega. Allí se inauguró, en 2008, el Barco de Aventuras, diseñado como si fuera un galeón en medio del océano. Ambos fueron construidos como espacios que incentivan la imaginación, la creatividad, el vínculo y el ejercicio, entre otras opciones.
“Cuando se ven chicos jugando y paseando solos en las calles, significa que esa ciudad está sana; cuando pasa lo contrario, se encuentra enferma”. Quien repitió y sigue repitiendo esta frase en entrevistas y conferencias a lo largo del mundo es Francesco Tonucci, también es conocido por el proyecto La Ciudad de los Niños, creado en 1991 en su ciudad natal, Fano, y que se fue expandiendo por el mundo.
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