Los niveles de contaminación en la Ciudad de Buenos Aires, volvieron a ubicarse a los que había antes de la pandemia.
La Facultad de Agronomía de la UBA realizó un informe donde se detectó que, por la mayor circulación de autos, la contaminación del aire en la Ciudad de Buenos Aires volvió a los valores que tenía antes de la cuarentena por coronavirus.
La causa del crecimiento de la contaminación en la ciudad se debe a la mayor circulación de autos. Esto provocó que volviera a los mismos valores previos al aislamiento social, preventivo y obligatorio por Covid-19, luego de haber caído a cifras mínimas hacia fines de marzo.
Cuando comenzó a regir el aislamiento obligatorio por la pandemia, los niveles de monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas sólidas menores a 10 micrones bajaron hasta 70% su concentración.
Información que se basa en las mediciones realizadas por el Gobierno de la Ciudad y los resultados fueron difundidos por Sobre La Tierra, el Servicio de Divulgación Científica y Tecnológica sobre Agronomía y Ambiente de la FAUBA.
No obstante, “poco duró aquel azul profundo en el cielo: a mediados de mayo, el tránsito vehicular aumentó y la contaminación volvió a los valores ‘normales’“, dijo Leonardo Serio, investigador de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), que analizó la calidad del aire.
En diálogo con Clarín, Serio explicó que “La idea fue estudiar la calidad del aire en la Ciudad antes y después de instaurada la cuarentena por la Covid-19. Para esto comparé el período del 1 de marzo al 31 de mayo de este año con el mismo período del 2019”.
Y agregó: “Como indicadores, tomé tres contaminantes que en altas concentraciones pueden ser nocivos para la salud, como el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y las partículas sólidas menores a 10 micrones”-
“Lo llamativo es que este fenómeno sólo duró hasta el final de abril. A partir de mayo, la concentración de los tres contaminantes volvió a los valores normales precuarentena, lo cual tiene que ver directamente con el aumento de la circulación de vehículos en la ciudad”, advierte el investigador.
En relación a otras ciudades como Santiago de Chile y Bogotá, que a pesar de ser más pequeñas, tienen problemas graves de polución por su condición geográfica, tienen menos posibilidades de que el aire se mezcle y se ‘limpie’, señaló el docente y precisó que “a la luz de la comparación, el aire de CABA está bastante bien”.
“Además, no sólo es cuestión de cantidad, en CABA no tenemos registros oficiales de mediciones de material particulado menor a 2,5 micrones, que es el más perjudicial para la salud, ni tampoco se publican datos de ozono o de dióxido de azufre”, finalizó Leonardo Serio.