La nueva estrategia de los locales de gastronomía llamada “Dark Kitchens”, creció especialmente en épocas de pandemia.
Se trata de espacios, donde se instalan varias cocinas para abastecer a distintas marcas gastronómicas, que no tienen venta al público directa, y que tienen una dimensión de aproximadamente 500 metros.
Según consigna el diario La Nación, las dark kitchens, crecieron durante la pandemia al igual que el delivery Por lo general, se encuentran lejos de las avenidas, en calles de distintos barrios de la Capital Federal.
Uriel Krimer, es el dueño de una de ellas, llamada Markopolis y se encuentra en los barrios porteños de Villa Crespo y La Paternal.
Se instaló hace unos cinco años y gestiona alrededor de 30 marcas. Arrancó comprando un fondo de comercio en un local de 60 metros cuadrados en Villa Crespo con dos empleados que vendía 20 pedidos al día.
Año a año fue creciendo la demanda, por lo que se mudaron a otro local en el mismo barrio de 340 metros cuadrados y cuando llegaron a los 500 pedidos diarios los empleados se multiplicaron también de 2 a 30 y ahí empezaron a incorporar marcas de distintos rubros.
Dentro del contexto de la cuarentena por la pandemia del coivd19, se espera que este tipo de negocios crezcan en la Ciudad de Buenos Aires y se conviertan en un fenómeno.
En la actualidad, las dark kitchens ya se establecieron Brasil, Chile, Colombia y con perspectivas de avanzar también en México y Perú.
“Buscaban zonas densamente pobladas, con gran demanda, pero en lugares alejados de las avenidas porque no necesitan exposición”, comenta a La Nación Marcelo Zuliani, gerente comercial del área de retail de Colliers Argentina.
“Definitivamente, las dark kitchens son una alternativa a tener en cuenta por los cambios en el consumo del público y por la situación actual que, a ciencia cierta, no sabemos cuándo va a terminar , argumenta Gerardo Delecraz, desde la consultora Gastronomía y Gestión.
La impronta es su sello nacional y con dos sucursales en los barrios porteños de Villa Crespo y en la Paternal, dodne está Markopolis, una dark kitchen fundada hace cinco años por Uriel Krimer, quien, con orgullo, se jacta de ser pionero en el desarrollo de este modelo de negocio.
Zuliani comenta que si bien estas cocinas suelen ser económicos porque están ubicados en calles periféricas barriales detalla, “El alquiler puede estar en un rango que no va más allá de los $100.000” y agrega “En el caso de que se compre un inmueble para este fin, el valor va a depender de la zona y siempre se va a hablar de propiedades con espacio aéreo porque si uno quiere poner cocinas en un edificio de propiedad horizontal no te lo van a aceptar”.
En este sentido, el CEO de Newmark Knight Frank, Domingo Speranza, opina que si bien antes de la pandemia las dark kitchens estaban estudiando el mercado local no terminaban de instalarse por varias razones.
“El negocio en la Argentina pre pandemia no funcionaba porque estaban tan caros los alquileres que no terminaba de cerrar el costo de alquilar un lugar, montar una cocina y vender los servicios a terceros. Tenías que tener una gran escala y no estaba tan instalada la modalidad de delivery”, comenta Speranza.
Pero el negocio cambió completamente en estos meses y por la crisis de la pandemia, la mirada está puesta sobre los restaurantes, para instalar las dark kitchens. “Es un negocio que comenzará a moverse, y no solamente en espacios como galpones para este fin sino en restaurantes ya instalados”, explica el CEO.