Durante los tres primeros meses del año, ya se registraron 3.173 casos de dengue en la Ciudad, siendo la comuna 7, la de mayor cantidad de enfermos.
Es llamativo el crecimiento de esta enfermedad, ya que durante el mismo período del año pasado, hubo sólo 29 casos en toda la ciudad.
Asimismo, cabe recordar que en la última epidemia de dengue fue en 2016, se registraron 4741 casos en la ciudad de Buenos Aires, durante las primeras 14 semanas de ese año, según el boletín epidemiológico. Mientras que en ese mismo período pero del 2017 solo hubo 2 casos y en 2018, 68.
Sin embargo, en este año los casos se multiplicaron, y la comuna más afectada es la 7 (barrios de Flores y Parque Chacabuco), con más de 700 casos. Luego se encuentran las Comunas 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y la 4 (La Boca, Parque Patricios, Barracas, Nueva Pompeya) con más de 600 y 500 casos, respectivamente.
Osvaldo Balossi es miembro de la Junta Comunal 6 por el Frente de Todos, contó que al no haber hecho campañas el Gobierno porteño, propuso a la Junta Comunal salir a comunicar medidas de prevención y es categótico en su observación.
Balossi también señaló la importancia que tiene llevar adelante políticas contra el dengue durante los meses del invierno. “La larva del mosquito resiste (en el agua de los recipientes) y, si atacás antes de primavera-verano, que es cuando se desarrolla el mosquito, se puede controlar”, dijo el comunero.
Por otra parte, Balossi indicó que “Si no hay un Estado presente que haga difusión y concientice durante todo el año, no hay forma de controlar el dengue. Los números hablan por sí solos. Si no nos cuida el Gobierno de la Ciudad, tenemos que cuidarnos entre todos y pedirles a los vecinos que estén atentos a los lugares donde se puede acumular agua y que se cuiden”.
“Son muchos años de una pelea que venimos perdiéndola y hay que cambiar la estrategia”, remarcó el funcionario y agregó: “No es un tema de recursos. A la Ciudad de Buenos Aires no le faltan recursos y hoy tiene un problema grave con el dengue” la informacón que llega desde las 15 comunas que registran casos, las más afectadas siguen siendo la la 10 (Floresta, Monte Castro, Velez Sarsfield, Villa Luro, Villa Real y Versalles), la 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución), 4 (Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya), la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y la 7 (Flores y Parque Chacabuco).
El Observatorio de Derechos Humanos (ODH) detectó solo en la semana del 29 de marzo al 4 de abril se registraron 590 diagnósticos. Para esta altura del año, en 2019 hubo apenas 29 y presentó un pedido de acceso a la información pública, según lo establecido en ley 104. En el pedido, que se registró con la el número de solicitud 00235347, se pregunta cuál es el presupuesto asignado a la prevención del dengue y cuál es su grado de ejecución.
Muchas son las preguntas que se hacen desde distintos medios, en todos los casos piden informar cuántos y su distribución por comunas. ¿Se han realizado operativos de entrega gratuita de repelentes? ¿Se han realizado operativos de descacharreo?, ¿Se han realizado operativos de fumigación del mosquito?
Un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA descubrió que hubo varios ejemplares de Aedes aegypti, el mosquito que transmite dengue, zika, chikunguña y fiebre amarilla, entre otras enfermedades, en diferentes barrios porteños, donde antes no se había registrado la presencia de esta especie de insecto. Además, según la investigación de los estudiantes, las obras en construcción se convirtieron en espacios que favorecieron la reproducción del mosquito y por ende la propagación de esta enfermedad.
En este sentido y según la investigación, las obras permitieron la introducción de huevos de Aedes aegypti provenientes de otros lugares. “Los huevos pueden estar en la maquinaria o los tachos que traen a las obras (y luego acumulan agua al ser guardados a cielo abierto)”, dijo A Página 12 Nicolás Schweigmann, docente de la UBA, investigador del Conicet e integrante del Grupo de Investigación sobre Mosquitos en Argentina (GIMA), y aseguró que “una vez que el mosquito se instala en una zona, no lo podés sacar”.