Luego de la promesa del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se vio un camión de mudanza con la idea de vaciar el Jardín del Ramos Mejía.
Así lo denunciaron desde la comunidad educativa a la que pertenece la Escuela Infantil 6, del Distrito Escolar Nº 6, ya que volvió a verse “un camión de mudanza llevándose materiales de la Esc. Inf. 6 DE 6 ‘Ramos Mejía’, por una puerta de emergencia trasera, nuevamente sin aviso”.
El 30 de diciembre volvieron las preocupaciones en torno a la Escuela Infantil 6 del Distrito Escolar 6, conocido como “el jardín del hospital Ramos Mejía”, al ver un camión de mudanza para llevarse objetos de la escuela.
Esto es porque a pesar de que existían negociaciones en la actualidad y el compromiso de parte del Gobierno de la Ciudad de no llevar adelante el vaciamiento del jardín, por lo menos durante hubiera un diálogo.
Un grupo de familias, junto a trabajadores y docentes, denunciaron que: “En el día de ayer lunes 30 de diciembre fue denunciado por la Comunidad Educativa un camión de mudanza llevándose materiales de la Esc. Inf. 6 DE 6 ‘Ramos Mejía’, por una puerta de emergencia trasera, nuevamente sin aviso a ninguno de los miembros que forman parte de la comunidad Educativa del Ramos”.
En estos días se dio a conocer un comunicado que dejaba en claro que “Desde los sindicatos ADEMYS, UTE Y SUTECBA pedimos se cumpla con el acta acuerdo firmada en la reunión del 23 de diciembre del 2019 donde el Gobierno de la Ciudad se compromete a ‘No realizar la mudanza de la Escuela Infantil 6 D.E 6 Ramos Mejía’, mientras esté abierta la mesa de diálogo”, sin olvidar que “los representantes ministeriales se comprometieron a retomar las conversaciones a la brevedad, durante los primeros días de enero de 2020”.
Y el comunicado prosigue que “Los sindicatos firmantes sostenemos que la mudanza no es lo que la comunidad del hospital y del barrio necesitan. Se hace fundamental abrir más jardines, en lugar de trasladarlos”.
Desde la Multisectorial se invoca por el Jardín del Ramos, es que “El traslado es un cierre”, ya que lo que intenta el Gobierno es trasladar el jardín que funciona dentro del predio, a una nueva instalación todavía a construir, a seis cuadras del hospital. Las familias denuncian que el Gobierno no da justificaciones coherentes. Laura, madre de unos de los niños que van al jardín, explica, “Siempre busca una justificación distinta. Primero porque estaba en contacto directo con el hospital. Después por el tema de las enfermedades. El jardín tiene una entrada independiente, no está conectado con las salas del hospital. También lo justifican con el tema de la infraestructura, el jardín no se cae a pedazos, el año pasado vino un juez y certificó que estaba en condiciones para que pudiera haber una sala de lactarios y funcionara el resto de la sala. Además toda el área programática del hospital ya presentó estadísticas y documentos en los que muestran que los nenes del jardín no se enferman por estar cerca del hospital. De hecho es una ventaja tener un hospital cerca porque ante cualquier cosa los padres lo buscan y van a la guardia pediátrica del hospital”, cosa que sabemos que es inviable, ya que estos lugares cumplen funciones sociales por excelencia.
Tras el cierre y posterior traslado del jardín aumentaría aún más el problema de falta de vacantes. Este año 25.000 niños se quedaron sin vacantes, solo el 40% de los inscriptos pudo obtenerla. “Las familias queremos es que coexistan los dos jardines, que no cierren el del Ramos que está en buenas condiciones, que en el otro de verdad se habiliten las 300 vacantes nuevas para el barrio, ya que lo que faltan son vacantes”, declara Cecilia. En este sentido, las familias del Jardín denuncian “defendemos que el jardín quede donde está, porque es un jardín con 34 años de historia donde está funcionando, son 350 chicos los que asisten, nunca nadie había amenazado con sacarlo, es un derecho adquirido de los trabajadores del hospital y de la educación que haya un jardín desde los 45 días en el hospital y creemos que es absolutamente innecesario”. Profesionales del hospital y familiares que tienen vacantes en el jardín denuncian que este plan del macrismo, es consecuencia de un presupuesto de vaciamiento sistemático de la educación pública en la Ciudad. Esto perjudica a todas las familias de la zona (el 30% de las vacantes son para la comunidad aledaña) y principalmente a las trabajadoras del Hospital que tienen a sus hijxs en el lactario. Como sí fuera poco, en caso de mudarse la ART no las cubre si tienen un accidente en el trayecto de esas 6 cuadras a la llegada al mismo, algo totalmente incoherente.
Desde hace tiempo se viene pidiendo que no se traslade el jardín del Ramos Mejía, pero el Gobierno de la Ciudad, sin consultar a la comunidad educativa ni a familiares, decidió reubicar ese jardín al edificio que se está construyendo en la Manzana 66, en Catamarca y Belgrano.
Asimismo, vecinos de la Manzana 66, le reclaman a Ciudad la construcción de un jardín nuevo, con amplia disponibilidad de vacantes, y no el traslado de otro jardín, que tiene la mayoría de las vacantes ocupadas.
Hace un tiempo, cuando llegó un camión de mudanza al jardín, padres y vecinos lograron frenar el traslado, con la promesa del Gobierno Porteño de abrir una mesa de diálogo.