Joaquín Salvador Lavado Tejón, más conocido como Quino, murió este miércoles a los 88 años, tras haber sufrido un ACV hace unos días.
Su personaje Mafalda, desde la historieta militó contra la injusticia, la hipocresía y la discriminación.
Esta niña entrañable, se transformó en un emblema anticapitalista que desde el humor objetó los déficits del sistema y retrató las tensiones de una sociedad pacata atravesada por prejuicios.
El historietista había nacido un 17 de julio de 1932 en la región andina de Mendoza, su familia desde su nacimiento lo llamaban Quino para distinguirlo de su tío Joaquín Tejón, apreciado pintor y diseñador gráfico.
Será recordado siempre por el fenómeno de Mafalda, la niña de clase media, intelectualizada y rebelde que hace 56 años comenzaba a enredarse en la memoria social y política argentina a través de una mítica historieta surgida en la revista Primera Plana que hoy revalida su vigencia cuestionando totalitarismos y mandatos familiares, sexistas y generacionales.
En muchas de sus entrevistas, le preguntaron ¿Quién es Mafalda? A lo que Quino respondió: “Es una persona que se interroga sobre el mundo y los males que no se corrigen. Hace las preguntas que me sigo haciendo ahora de adulto, yo quería decir a través de ella lo que veía mal y había que corregir. Hablo poco, por eso elegí el dibujo para expresarme”.
La historieta Mafalda se publicó por primera vez en la revista Primera Plana el 29 de septiembre de 1964 y se transformó rápidamente en un emblema en contra del capitalismo, que desde el humor objetó las dificultades del sistema y retrató los problemas de una sociedad pacata atravesada por prejuicios atávicos, librada a los desatinos políticos e inmersa en un clima de beligerancia impuesto por la guerra de Vietnam y el fantasma de la Guerra Fría.
Mafalda fue traducida a 30 idiomas y solo en nuestro país ya lleva vendidos más de 20 millones de ejemplares.
Su fuerte fue la representación de distintos arquetipos sociales (a través de los diferentes personajes de la historieta) consustanciales a los 70, desde el ama de casa confinada a la vida familiar y absolutamente indolente con las problemáticas del mundo exterior hasta la rebeldía multipropósito de los jóvenes.
“A veces siento que la gente me reprocha como a un criminal de guerra que hace 26 años mató a nueve personas: los nueve personajes de la historieta. Yo digo que Mafalda es un dibujo, no una persona de carne y hueso. Qué raro eso, ¿no? Porque a veces me tratan como si fuera un asesino”, dijo Quino.